La importancia de saber decidir...

- ¡¡ Buenas tardes!!

- Sra P.D ... ¡¡ hace tanto tiempo que no la veía !!...

- Sí,  he dejado de frecuentar esta zona por razones laborales, tengo varios hijos y cada uno es diferente en su forma de tomar decisiones…

- Aquí tiene un rico té… le gustaba con dos terrones de azúcar…

Recuerdo un buen profesor en mi época de juventud una vez me dijo…


"A todos nos toca tomar decisiones a lo largo de la vida, pero si lo haces acepta las responsabilidades. Evita hacerlo de forma poco reflexiva, precipitada o con información deficiente, por influencia emocional o por escasa valentía.Se debe analizar, comparar, imaginar y valorar."





Dentro de los cuatro estilos básicos personales tenemos:

- El Impulsivo: primero lo hace y después lo piensa, habitúate a dar razones antes de actuar, alentarse a buscar otras alternativas antes de decidir, y a valorar los aspectos y negativos y positivos de cada alternativa, en definitiva, reflexionar.

-El Indeciso: es excesivamente caviloso, piensa y repiensa las cosas sin tomar partido, a todo le encuentra peros, nada le acaba de convencer, espera que los otros decidan, y va aplazando el problema… pues aquí hay que conceder un tiempo limitado para que adopte una determinada decisión; colocarse ante numerosas decisiones concretas que le insten tener que decidir y fortalecer su confianza, elogiando cualquier progreso en las decisiones tomadas.

-El Rígido : hace las cosas de la misma manera, no busca soluciones nuevas, no se replantea una decisión que precisa ser revisada, no suele reconocer los errores y busca justificación externa... Aquí habrá que ayudarle buscando alternativas posibles, descubre el nuevo factor que altera sustancialmente la información previa, razona con ejemplos concretos, que rectificar es de sabios y todos nos equivocamos.

-El Prudente: es aquel que sabe lo que quiere y como conseguirlo, arriesga lo necesario para conseguir sus objetivos, analiza las alternativas, pondera y decide.
Desde luego la actitud prudente no está reñida con la audacia.
Es prudente todo aquel que es equilibrado, reflexivo que se propone metas elevadas y suele decidir con suficiente conocimiento de causa.